Estas 9 Causas de abandono en las oposiciones son algunas de las más importantes y por eso se han elegido. Conocerlas te ayudará a prepararte con más intensidad para aprobar y evitar el fracaso.
Ya he comentado en varias ocasiones que preparar oposiciones es la última opción que debería elegir un estudiante para encontrar empleo, porque los datos dicen la verdad y esa verdad es que:
LA GRAN MAYORÍA DE OPOSITORES NO CONSIGUEN PLAZA
Todos los opositores empiezan a prepararse con ilusión porque saben que ese camino les puede llevar al éxito.
Sin embargo, cuando se unen cualidades, actitud y capacidad de esfuerzo puedes enfrentarte al reto de aprobar tu oposición con mayor probabilidad de éxito.
Por tanto, si tienes muy claro tu deseo de ser funcionario, estás dispuesto a esforzarte al máximo y te ves capacitado para aprobar, no lo dudes, EMPIEZA YA.
No obstante, te recomiendo que leas atentamente estos contenidos porque el riesgo de abandonar la oposición es muy elevado y la sensación de fracaso muy desagradable.
Se lleva por delante los mejores años de la juventud y deja muchos sueños rotos.
Por eso, antes de empezar, es bueno que leas estas 9 causas de abandono en las oposiciones, para que no te dejes llevar solo por la ilusión.
También es aconsejable antes de tomar la decisión hacer una prueba de rendimiento para ver que resultados das.
Tabla de contenidos
- 1. Hay muchos aspirantes para pocas plazas.
- 2. Se tomó la decisión sin el convencimiento necesario.
- 3. La oposición elegida no es la adecuada.
- 4. El preparador no te aporta valor.
- 5. Los temas tienen poca calidad o no están bien estudiados.
- 6. El resultado de los exámenes es bajo.
- 7. Tus circunstancias personales o familiares no te favorecen.
- 8. El agotamiento es enorme.
- 9. Tu ilusión y motivación han desaparecido.
1. Hay muchos aspirantes para pocas plazas.
En mi opinión, esta situación es la primera y más importante causa de abandono.
Por un lado, las Administraciones Públicas no van a convocar más plazas de las que consideren necesarias para atender los servicios públicos.
Están obligadas a aplicar un criterio de eficiencia entre las necesidades públicas y los recursos financieros.
Y por otro lado, las plazas que se convocan se adjudican a quienes obtienen las calificaciones más altas.
Pero, claro, para conseguir una de las mejores calificaciones hay que soportar una preparación durísima.
La competencia es tan alta que sólo el selecto grupo de los mejores lo puede conseguir.
¿Crees sinceramente que puedes estar en el selecto grupo de los mejores?
Pongamos el caso de una oposición en la que se convocan 1.000 plazas todos los años y se presentan 40.000 aspirantes.
Como ves, tendrían que pasar 40 años para que todos esos opositores pudieran conseguir una plaza, sin que aparecieran nuevos opositores cada año.
¿Quién aguanta tanto tiempo estudiando?
Pero sigamos con el caso.
Vamos a considerar que el periodo máximo de preparación, para la mayoría de los aspirantes admitidos a esa oposición, es de 4 años, porque a partir de esa fecha abandonan.
Por tanto, tenemos: 4 años por 1.000 aprobados cada año, salen 4.000 aprobados, del total de 40.000 aspirantes.
¿Qué pasa con los 36.000 restantes?
En este ejemplo, que se acerca bastante a la realidad de alguna oposición concreta, el 90 por 100 de los aspirantes no aprobaría nunca esa oposición.
Quiero que se me disculpe esta manera tan clara de describir la dura realidad de las oposiciones, pero lo que digo es verdad.
Es más fácil encontrar empleo en el sector privado que en el sector público, incluso en épocas de crisis.
2. Se tomó la decisión sin el convencimiento necesario.
Con el esfuerzo que hay que hacer para preparar bien una oposición y la proporción que hay entre plazas y aspirantes, debes estar absolutamente convencido de que opositar es la mejor opción que tienes.
Solo con ese convencimiento podrás desarrollar la fuerza interior necesaria para enfrentarte al reto de ser mejor que los demás y aprobar.
Pero, desgraciadamente, aquí fallan muchos opositores, porque al no estar plenamente convencidos, no se comprometen con los objetivos y fracasan.
La Prueba de Rendimiento sería una buena opción para convencerte en un sentido o en otro.
3. La oposición elegida no es la adecuada.
Elegir la oposición más adecuada es fundamental si no quieres fracasar.
Debe haber un equilibrio entre las capacidades del opositor, la extensión del temario y la dificultad de los exámenes.
Todos no podemos ser Letrados de las Cortes, Abogados del Estado o Jueces.
Pero como el abanico de oposiciones es tan amplio es muy probable que encuentres una que esté a tu alcance.
En este blog se ha creado una categoría titulada “Resúmenes de convocatorias” donde podrás analizar los temarios y las pruebas de muchas oposiciones para comparar y elegir la mejor para ti.
Con objeto de facilitarte más el trabajo se han publicado comparativas de oposiciones por subgrupos administrativos y por ministerios.
4. El preparador no te aporta valor.
El preparador es esencial para que la persona opositora pueda alcanzar el nivel óptimo de preparación del temario y de rendimiento en los exámenes.
Tienes que elegirlo bien y ganártelo con tu esfuerzo diario y tu interés en clase. Pero si no lo consigues y crees que no te aporta valor busca otro preparador o, en último caso, prepárate tú mismo.
Este es, junto con los puntos anteriores, un aspecto muy importante que debes valorar antes de empezar a preparar porque puede condicionar el resultado de la oposición.
5. Los temas tienen poca calidad o no están bien estudiados.
Para aprobar es fundamental que el contenido de los temas y su exposición tengan mucha calidad.
El tribunal te dará una calificación alta si la calidad de tus temas y de tu exposición es alta.
No te conformes con temas de baja calidad.
Debes enriquecerlos todo lo que puedas, darlos tu toque personal, y estudiarlos a fondo para exponerlos con brillantez, tanto si son escritos como si son orales.
Solo así conseguirás que el tribunal te los valore adecuadamente.
En los exámenes tipo test tendrás que analizar con detalle los temas y los textos legales para que no tengas dudas en la elección de la respuesta.
Aunque puedes adquirir muchas preguntas de este tipo yo te recomiendo que también dediques un tiempo a elaborarlas, tal como se indica en este post «Aprende elaborando preguntas tipo test.»
Quienes no se esfuerzan por dar calidad a los temas y a la exposición tienen muy poca probabilidad de conseguir una buena nota y aprobar.
6. El resultado de los exámenes es bajo.
Cuando el resultado de los exámenes es bajo porque la preparación ha sido deficiente la solución es fácil: hay que mejorar la preparación para aprobar.
Pero si has hecho una buena preparación, reconocida por tu preparador, y tus calificaciones no reflejan el nivel que has alcanzado, habrá que buscar la causa en aspectos psicológicos, aunque solo sea para descartarlos.
Todos los opositores hemos sentido miedo cuando han llegado los exámenes porque es el momento decisivo de la oposición.
Sin embargo, hay opositores que gestionan muy bien ese miedo y lo transforman en valor y hay otros opositores a los que el miedo les vuelve cobardes, se bloquean y van derrotados a los exámenes.
El miedo no puede ser el elemento que decida si apruebas o suspendes la oposición.
Con el tiempo y el esfuerzo que lleva prepararse bien, merece la pena poner remedio a ese problema.
Por tanto, te recomiendo aprender a gestionar ese miedo para que no interfiera en tu objetivo de aprobar, sobre todo si has preparado a conciencia el temario.
7. Tus circunstancias personales o familiares no te favorecen.
Lo ideal es preparar oposiciones a tiempo completo y en las mejores condiciones para conseguir un rendimiento óptimo y aprobar en el menor tiempo posible.
Sin embargo, carecer de ellas no impide que puedas prepararte bien y aprobar.
Algunos opositores trabajáis, o tenéis una familia propia, o vivís con padres y hermanos o simplemente no tenéis recursos económicos para pagar la academia.
Pues bien, todas esas circunstancias dificultarán tu preparación pero no te impedirán aprobar si lo deseas de verdad y pones tu empeño para que salga toda la energía y el coraje que necesitas.
Conozco muchos casos que han triunfado en condiciones adversas, aunque no es lo habitual.
Por tanto, valora muy bien esas circunstancias personales y familiares antes de empezar a opositar porque para aprobar hay que obtener una buena nota y eso se puede conseguir si obtienes un buen rendimiento diario y semanal.
8. El agotamiento es enorme.
¿Llevas varios años preparando con intensidad tus oposiciones y has suspendido en varias convocatorias?
No me extraña que tengas un enorme agotamiento físico y psicológico.
Quizá te estás planteando abandonar.
Pero si crees que todavía puedes aprobar tu oposición tienes que hacer algo diferente.
La mejor manera de aliviar el agotamiento es el descanso y el ocio; eso si, un buen descanso apartado de los temas.
Ya sé que es difícil, porque el opositor comprometido es muy responsable y le cuesta mucho abandonar sus temas, su silla y su mesa. Pero debes hacerlo.
Imagínate la final de un torneo de tenis de cuatro o cinco horas de duración.
Ambos jugadores van muy igualados hasta el final, pero uno gana y otro pierde.
El perdedor queda derrotado física y psicológicamente; sin embargo, en unas semanas de descanso con los cuidados necesarios ya está preparado de nuevo para volver a competir y ganar.
¿Por qué no haces lo mismo?
9. Tu ilusión y motivación han desaparecido.
La ilusión y la motivación son el motor de todo proyecto.
Recuerdas, ¿con que ilusión y motivación empezaste?
Pero cuando, a pesar del esfuerzo, los resultados no acompañan, la desilusión aparece y el cansancio se multiplica.
Estás ante un problema delicado que te puede apartar de la oposición y para el que no hay un remedio fácil.
Date un tiempo razonable (dos o tres semanas) y analiza las causas.
Pero si no consigues ilusionarte de nuevo y alcanzar un rendimiento óptimo, no te quedes opositando eternamente.
Busca otro proyecto que te ilusiones de verdad, y LÁNZATE.
Hay mucha vida y muchas oportunidades más allá de las oposiciones.
Un abrazo y hasta el próximo encuentro
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Estudié Derecho en la Complutense. Aprobé oposiciones del Subgrupo A1 en la Administración del Estado. Me dediqué a la preparación de opositores durante 20 años, he formado parte de un tribunal de oposiciones y soy el fundador de este blog.
El objetivo que busco es poner a disposición de estudiantes como tú, que quieran empezar a opositar o que ya estén opositando, toda la experiencia que he adquirido como opositor, como preparador y como miembro de un tribunal de oposiciones para ayudarte a alcanzar, lo antes posible, tu sueño de conseguir el empleo deseado.
A través de este blog quiero concienciarte del esfuerzo que debes hacer para aprobar, ayudarte a desarrollar todo tu potencial y motivarte para conseguir tu objetivo.
Increiblemente provechoso este post